El
listado lo encabezan la pizza, el chocolate, las papas de paquete, las
galletas, los helados, las papas a la francesa, la hamburguesa con queso, la
gaseosa, las tortas y el queso.
1. Pizza: la mezcla de harinas, grasa, queso, al
parecer, induce una reacción cerebral en los centros de recompensa que se
incrementa con el estímulo visual y la sensación de ser una comida ligada al
descanso y al ambiente festivo. Esa sinergia es definitiva.
2. Chocolate: el dulce y la grasa del cacao
producen, de acuerdo con un estudio de la Universidad de Michigan publicado en
‘Current Biology’, una elevación de encefalinas que inducen a su vez la
producción de serotonina y dopamina que actúan en los centros cerebrales del
placer. Por eso el chocolate es una tentación tan fuerte.
3. Papas fritas de paquete: la combinación de
grasas, almidón y su naturaleza altamente procesada hacen de las papas una
fuente de calorías inmediatas que el cuerpo recibe con agrado, que al ser
repetido se convierte en un estímulo cerebral placentero.
4. Galletas: de estas, las que contienen chocolate
son las más adictivas. La fusión de cacao, azúcar y carbohidratos es un potente
generador de placer. Algunos autores describen a las galletas redondas de
chocolate tan adictivas como el alcohol y la nicotina.
8. Gaseosas con azúcar: un estudio de la
Universidad de Washington demostró que los niños recién nacidos tienen marcada
preferencia por los sabores dulces, al parecer por un vestigio evolutivo que
definía la sobrevivencia solo de individuos con mayores reservas calóricas. De
ahí que el azúcar que proporciona energía libre es bien recibido por las
neuronas que se alimentan de ella y promueven su consumo como una necesidad.
9. Tortas: de nuevo, carbohidratos y azúcar. Son
elementos que actúan a nivel de los centros del placer y la recompensa.
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